Errores comunes en la impermeabilización de almacenes logísticos

Errores comunes en la impermeabilización de almacenes logísticos

La impermeabilización es un proceso esencial en la gestión y mantenimiento de almacenes logísticos. Su función principal es proteger la infraestructura contra filtraciones, humedad y desgaste provocado por factores climáticos, especialmente en techos expuestos de forma continua al sol, lluvia y cambios de temperatura.

En instalaciones industriales donde se almacenan productos sensibles o de alto valor, una falla en el sistema de impermeabilización puede traducirse en pérdidas económicas, interrupciones operativas y hasta riesgos estructurales. 

Por ello, es fundamental no sólo aplicar un sistema de impermeabilización, sino hacerlo correctamente desde la planeación hasta el mantenimiento. En una entrada anterior, abordamos las ventajas de utilizar impermeabilizantes reflectivos en techos industriales, destacando su capacidad para proteger y mejorar la eficiencia energética de las instalaciones.

En esta ocasión, queremos enfocarnos en el otro lado de este proceso: los errores más comunes que suele cometerse al impermeabilizar almacenes logísticos y cómo evitarlos para asegurar una solución duradera, efectiva y sin contratiempos. Acompáñanos a descubrir estos puntos clave que pueden marcar la diferencia.

impermeabilización de almacenes logísticos

¿Por qué se cometen errores al impermeabilizar almacenes?

Aunque la impermeabilización parece una tarea sencilla, en la práctica intervienen múltiples factores técnicos y operativos que, si no se consideran adecuadamente, pueden comprometer todo el sistema. 

Desde una mala planificación hasta el uso de productos inadecuados, los errores suelen surgir por desconocimiento, prisas o falta de supervisión especializada.

A continuación, te compartimos los errores más comunes en la impermeabilización en Nuevo León de almacenes logísticos y cómo evitarlos para garantizar la seguridad y funcionalidad de tus instalaciones.

Falta de diagnóstico previo

Uno de los errores más frecuentes es iniciar los trabajos sin realizar una evaluación técnica del techo o superficie a impermeabilizar. Sin este diagnóstico, es imposible conocer el tipo de sustrato, su estado estructural, el nivel de humedad o la existencia de grietas, filtraciones previas o deterioro por radiación solar.

Aplicar impermeabilizante sobre una losa con fisuras ocultas puede generar filtraciones pocos meses después de la instalación, obligando a rehacer el trabajo completo.

Contratar una inspección técnica profesional que incluya pruebas de humedad, análisis de pendientes y evaluación del tipo de material del techo, permitirá elegir el mejor entre los servicios de impermeabilización desde el inicio.

Uso de materiales inadecuados

Otro error es seleccionar impermeabilizantes sin considerar las condiciones específicas del almacén: ubicación, clima, tipo de techo, exposición solar o tránsito técnico. No todos los productos se comportan igual ante estos factores.

Elegir un producto económico pero no apto para climas extremos puede provocar fallas prematuras, burbujeos, desprendimientos o pérdida de reflectividad térmica, lo cual impacta tanto en la protección como en el consumo energético.

Asegúrate de utilizar impermeabilizantes certificados, de preferencia industriales, que cuenten con características como alta reflectividad solar, elasticidad y resistencia al envejecimiento, especialmente si se busca eficiencia térmica como explicamos en nuestro artículo sobre impermeabilizantes reflectivos.

Mala preparación de la superficie

La limpieza y preparación del área es clave para la adherencia del impermeabilizante. Aplicar sobre superficies con polvo, grasa, humedad o residuos de impermeabilizaciones anteriores impide una correcta fijación. 

Cuando se omite, aumentan las posibilidades de que el recubrimiento se despegue, se formen ampollas o se generen filtraciones por zonas no cubiertas.

Para evitarlo, realiza la limpieza con barredora o presión, aplica selladores o primer si el fabricante lo indica, y espera a que la superficie esté completamente seca antes de aplicar cualquier capa.

Aplicación sin seguir especificaciones

Por otro lado; cada sistema impermeabilizante tiene un protocolo de aplicación: número de capas, uso de refuerzo con malla, espesor mínimo, tiempo de curado, herramientas específicas, entre otros.

Aplicar menos capas, no respetar el secado entre una y otra, o no utilizar malla de refuerzo compromete directamente la durabilidad y funcionalidad del sistema, incluso si el material es de buena calidad.

Como medidas correctivas lee y sigue al pie de la letra la ficha técnica del fabricante, y asegúrate de contar con personal capacitado que conozca los protocolos industriales y trabaje bajo supervisión técnica.

No considerar el mantenimiento

Un error importante es que muchos propietarios y encargados de mantenimiento creen que impermeabilizar una vez es suficiente; sin embargo, todo sistema requiere revisión y mantenimiento periódico.

El desgaste por rayos UV, acumulación de residuos o pequeñas fisuras pueden ir deteriorando el sistema si no se atienden a tiempo. Establecer un calendario de mantenimiento anual o semestral. Durante estas inspecciones, se deben identificar puntos vulnerables, reforzar áreas críticas y limpiar canaletas.

impermeabilización de almacenes

Ignorar pendientes y desagües

Una pendiente mal diseñada o una bajada pluvial obstruida puede hacer inútil hasta la mejor impermeabilización del mercado. El agua estancada acelera el desgaste del recubrimiento, genera zonas de presión constante y facilita filtraciones.

Por ejemplo, techos planos sin desagües suficientes, o canaletas colapsadas por falta de limpieza.

Asegúrate de que todas las áreas tengan una pendiente mínima del 2% y que las bajadas pluviales estén libres de obstrucciones. En algunos casos resulta necesario corregir pendientes con materiales niveladores o instalar sistemas de drenaje adicionales.

Trabajos en temporada de lluvia

Por último, realizar trabajos de impermeabilización en épocas de lluvias es una práctica riesgosa que puede arruinar el sistema desde el día uno. La humedad impide una correcta adherencia, el secado se interrumpe y existe riesgo de contaminación del material

Para tener una planificación ideal, programa la impermeabilización durante las temporadas secas, con pronósticos meteorológicos favorables. En almacenes que operan todo el año, es ideal contar con techos seccionados para impermeabilizar por zonas sin interrumpir operaciones.

¿Quieres más consejos para proteger y optimizar tus instalaciones industriales? Sigue nuestro blog, donde compartimos información especializada en mantenimiento, eficiencia operativa y soluciones integrales para tu empresa. En Airregio, cuidamos lo que más amas.

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