Existen muchos factores externos que pueden dañar tus inmuebles o instalaciones que se encuentren a la intemperie, por ello, es importante que estés preparado para cualquier eventualidad que pueda presentarse. Algunos de estos factores pueden ser los cambios de clima, lluvias, contaminación y los altos grados de temperatura que se aproximan en los siguientes meses.
El mantenimiento constante y la prevención son las mejores acciones que puedes tomar para tener en buen estado tus propiedades y cualquier aditamento, sistema o estructura que hayas instalado previamente. Recurrir a un servicio de impermeabilización especializado te ayudará a mantener todo tipo de infraestructura mediante cuidados especiales para prolongar su funcionalidad.
Dependiendo de la construcción realizada o el inmueble que necesite el mantenimiento, la impermeabilización y el cuidado en general puede variar según los recursos que se necesiten. Por ejemplo, instalar y mantener una infraestructura hídrica requiere herramientas y cuidados distintos a otros tipos de inmuebles o construcciones. Conoce más acerca de esto a continuación.
¿Qué es una infraestructura hídrica?
Las infraestructuras hídricas comúnmente son estructuras físicas, instalaciones y sistemas diseñados para gestionar, almacenar, transportar y distribuir el agua de forma eficiente y sin fugas, como el abastecimiento de agua potable, la irrigación agrícola, la generación de energía hidroeléctrica o el control de inundaciones en una población o comunidad determinada.
Además este tipo de estructuras contribuyen a la protección del medio ambiente, pues son muy útiles para la gestión sostenible de recursos hídricos y el desarrollo de las comunidades. Así pues, cuando priorizas el mantenimiento constante a este tipo de obras, ayudas a combatir diversos problemas del deterioro ambiental.
¿Cómo dar un mantenimiento adecuado a infraestructuras hídricas?
El mantenimiento de las infraestructuras hídricas es crucial para garantizar la disponibilidad y la calidad del suministro de agua dentro de un inmueble de grandes proporciones, así como también, para proteger una comunidad contra inundaciones y otros riesgos relacionados. Las presas o embalses, y los sistemas de canales o conductos de riego son algunos ejemplos de estructuras hídricas.
Aquí te presentamos algunas prácticas comunes de mantenimiento para infraestructuras hídricas de todo tipo.
1.- Inspecciones constantes
La prevención es la parte más importante de todo mantenimiento, por ello, realiza inspecciones periódicas de embalses, presas, canales, tuberías y otras estructuras hídricas para detectar posibles problemas como fugas, erosión, obstrucciones y daños estructurales que pongan en riesgo todo el sistema hidráulico o la integridad de las personas que se benefician de estos recursos.
2.- Mantenimiento de estructuras
Si tu sistema o infraestructura hídrica se encuentra resguardada dentro de alguna construcción de cualquier tipo o dimensión, es importante realizar trabajos de reparación y mantenimiento en esas estructuras, como por ejemplo, en presas, compuertas, diques y estaciones de bombeo, para garantizar la integridad de tuberías, canales, bombas, embalses, etc.
Realizar con tiempo una impermeabilización de techos y azoteas te ayuda a que las estructuras que acompañan a las instalaciones hídricas se mantengan en buenas condiciones contra factores como la humedad, lluvias o los cambios drásticos de temperatura.
3.- Limpieza regular de canales y drenajes
Es muy importante la limpieza regular de los canales de riego, drenajes pluviales y sistemas de alcantarillado para evitar obstrucciones en todo el sistema hídrico por sedimentos, vegetación u otros materiales que puedan reducir la capacidad de drenaje y causar inundaciones. Ten en cuenta que muchas de estas infraestructuras se usan para abastecer de agua o regular su uso en comunidades.
4.- Control de la vegetación a los alrededores
Asegúrate de controlar e inspeccionar constantemente el crecimiento excesivo de vegetación dentro o alrededor de las infraestructuras hídricas, ya que puede obstruir el flujo de agua y aumentar el riesgo de inundaciones en la población donde se encuentre la infraestructura. Puedes utilizar métodos como la poda, la siega y el uso de herbicidas de manera controlada para este fin.
5.- Mantenimiento constante de equipos y aditamentos
Realiza un mantenimiento preventivo y correctivo en equipos de bombeo, válvulas, compuertas y otros dispositivos relacionados con el manejo y distribución del agua para garantizar el funcionamiento eficiente de toda la estructura y prolongar su vida útil sin desgaste o afectaciones serias.
6.- Monitorear de forma regular la calidad del agua
Otra forma de mantener el interior de la estructura hídrica es realizando un análisis periódico de la calidad del agua en fuentes de abastecimiento, embalses y sistemas de distribución para verificar sus índices de sarro y garantizar el cumplimiento de los estándares de calidad y seguridad del agua potable de acuerdo a las reglamentaciones.
7.- Gestión de sedimentos
Puedes implementar medidas para controlar la erosión y la sedimentación en embalses, ríos y canales, con la construcción de trampas para sedimentos y para la vegetación en áreas vulnerables. También suelen ser comunes las prácticas para la conservación del suelo en el área donde se encuentre la infraestructura.
8.- Prevención ante emergencias posibles
Desarrolla planes de emergencia a tiempo y posibles respuestas ante inundaciones y otros eventos hídricos extremos que puedan presentarse. Estos deben incluir procedimientos de alerta temprana, evacuación de áreas vulnerables y acciones de mitigación de riesgos en la comunidad y en las estructuras.
Estas son solo algunas de las prácticas de mantenimiento más comunes para infraestructuras hídricas de cualquier tipo y función. Para sacar el máximo provecho a estos consejos es importante llevar a cabo un mantenimiento regular y sistemático que garantice la seguridad, la eficiencia y la sostenibilidad de los sistemas de agua y el manejo de los recursos de forma responsable.
