El cambio climático es uno de los retos globales más significativos del siglo XXI, afectando no solo ecosistemas enteros, sino también actividades humanas y los materiales que usamos en nuestra vida diaria. Por ello, dentro del sector industrial y en áreas urbanas, la correcta impermeabilización de techos y azoteas resulta fundamental para garantizar la durabilidad y seguridad de las construcciones frente a condiciones climáticas adversas.
Sin embargo, estas condiciones climáticas que se han extremado en los últimos años, como lluvias torrenciales, olas de calor y ciclos recurrentes de congelación y descongelación, están sometiendo a los materiales de impermeabilización a desafíos sin precedentes.
Razón por la cual, en esta ocasión veremos cómo el cambio climático afecta la eficacia de los impermeabilizantes industriales, los problemas que genera y las soluciones que la industria está desarrollando para enfrentar esta nueva realidad.

El cambio climático y sus efectos en los materiales de construcción
Es importante señalar que el cambio climático se caracteriza por la intensificación de fenómenos meteorológicos extremos que alteran las condiciones normales en las que operan las infraestructuras. Esto incluye lluvias más intensas y frecuentes, temperaturas extremas, periodos prolongados de sequía seguidos de inundaciones repentinas y un aumento en la radiación solar.
Estos cambios pueden tener un impacto directo sobre los materiales de construcción, incluidos los impermeabilizantes, que están diseñados para proporcionar una barrera contra el agua y proteger superficies de filtraciones. Como parte de estas soluciones, los servicios de impermeabilización deben garantizar que los materiales empleados puedan resistir estas nuevas exigencias climáticas, manteniendo la integridad de las estructuras.
Esto significa que los productos diseñados hace apenas una década podrían no ser suficientes para resistir las nuevas demandas climáticas, dejando a las infraestructuras vulnerables a daños costosos.
Problemas ocasionados por el cambio climático en la impermeabilización industrial
1.- Deterioro prematuro de los materiales
Uno de los mayores desafíos provocados por el cambio climático es el deterioro acelerado de los materiales impermeabilizantes ya que las altas temperaturas, que en algunos casos superan los récords históricos, afectan la composición química de los recubrimientos, haciendo que pierdan elasticidad y resistencia.
Asimismo, los periodos de frío extremo provocan microfracturas en las superficies tratadas con impermeabilizantes, permitiendo el paso del agua y reduciendo la protección que ofrecen los materiales.
2.- Pérdida de eficacia en la protección contra filtraciones
Las lluvias torrenciales y prolongadas, cada vez más comunes en diversas partes del mundo, ponen a prueba la capacidad de los impermeabilizantes para evitar filtraciones. En casos donde los materiales no están diseñados para manejar grandes volúmenes de agua, las filtraciones pueden convertirse en un problema recurrente.
Esto no solo afecta la estructura de los edificios, sino que también genera humedad en el interior, fomentando la aparición de moho y corrosión. En sectores industriales, esto puede tener consecuencias graves, ya que equipos costosos y materiales almacenados pueden dañarse, afectando la productividad y aumentando los costos operativos.
3.- Pérdida de resistencia química en los materiales impermeabilizantes
El cambio climático ha intensificado la exposición de los materiales impermeabilizantes a agentes químicos agresivos, especialmente a través de fenómenos como las lluvias ácidas y la contaminación atmosférica.
Las lluvias ácidas, resultado de la interacción de la humedad con dióxidos de azufre y óxidos de nitrógeno en el ambiente, generan una solución corrosiva que afecta directamente la composición química de los recubrimientos impermeables, acelerando su desgaste y reduciendo su capacidad para repeler el agua y proteger las superficies subyacentes.
4.- Incremento de los costos de mantenimiento y reparación
El impacto combinado del deterioro prematuro y la pérdida de eficacia genera un aumento considerable en los costos de mantenimiento, por lo que las empresas deben invertir más recursos en inspecciones regulares, reparaciones frecuentes y, en algunos casos, en la sustitución total de los sistemas de impermeabilización.

Respuestas de la industria ante el cambio climático
No obstante, este fenómeno ha impulsado el desarrollo de nuevos materiales diseñados específicamente para resistir a las condiciones climáticas extremas que ahora son comunes. Estos nuevos recubrimientos, basados en partículas nanoestructuradas, no solo ofrecen una mayor protección, sino que también tienen propiedades antideslizantes, aumentando su funcionalidad.
Asimismo, se ha promovido la creación de normativas medioambientales más estrictas que exigen el uso de materiales de construcción más sostenibles, incluyendo impermeabilizantes con menor contenido de compuestos orgánicos volátiles (COV) y procesos de fabricación que reduzcan la huella de carbono.
Como hemos visto hasta ahora, el cambio climático representa un desafío considerable no solo para la seguridad del medio ambiente, sino también para las industrias como la de la construcción, acelerando así el proceso de desgaste en las impermeabilizaciones domésticas e industriales, con lo cual afecta también su eficacia e incrementa los costos asociados a su mantenimiento.
Sin embargo, afortunadamente la industria ha respondido a esta problemática con soluciones reformadas que incluyen la implementación de materiales más resistentes, sostenibles y adaptativos. Esta tecnología no solo ayuda a enfrentar estos retos, sino que también prevé futuros problemas del cambio climático.